SUPERKRISTINA CONTRA LOS CIPAYOS DE SIEMPRE

Es un orgullo tener una Presidenta como Cristina. En estos ultimos dias del "affaire Redrado" la hemos visto decidida a marcarle la cancha a los poderes fácticos y sus marionetas.
Felizmente desde la derrota del 28 de junio del año pasado la hemos visto fortalecerse cada vez más y a cada embestida de la derecha más fuerte y vigorosa se la ve. Y ahora si, sin diplomacia, llamando a las cosas por su nombre.(Parrafo aparte merecerían la "anibaladas" de A. Fernandez que son de antología)
La Presidenta, creo, se ha dado cuenta que el establishment es insaciable y que no se lo puede conformar con nombramientos de sus agentes (caso Redrado)o intentar tranquilizarlos con aliados moderados (caso Cobos) que al final terminan jugando para sus verdaderos amos. Este proceso, según mi humilde punto de vista, debe superar esos complejos de revoltoso y decidirse a asumirse como lo que es: un proceso Nacional y Popular (revoltoso) que a esta altura del partido y si quiere sobrevivir debe profundizar en esa dirección; es decir, más Peronismo: avanzar em medidas de socialización de la riqueza y la producción, redistribución de ingreso, más salud pública, más derechos humanos,más independencia económica, más integración latinoamericana y más democracia popular.
Estamos en tiempo de descuento hacia el 2011. La resatauración conservadora está en pie de guerra. Por eso digo: Ahora Cristina con más fuerza que nunca!!

Los dejo con este artículo interesante de Walter Moore que saque de la Red Nac & Pop
Salud y a remar compañeros!

SI EL GOBIERNO EMITE, PUEDEASEGURAR EL TRIUNFO DEL 2011, SINO, PUEDE PERDER LAS ELECCIONES.

Por Walter A. Moore
Lunes 18 de enero de 2009

Buenos Aires - La operación destituyente no ha se ha detenido, perdieron esta batalla, y haciendo control de daños de ambos contendientes, vemos que la imagen de la Presidente por una parte ha sido ferozmente erosionada, y por otra parte, para el espectador que no se contagia de odio fácilmente, su imagen ha crecido, pues resistió con gran dignidad la arremetida del establishment económico liderado por el CEO del Grupo Clarín, con sus socios locales y sus ramificaciones en la banca internacional.

La derecha no ha salido reforzada, sino que expuso sus contradicciones y su falta de propuestas, más allá del fomento del odio a un gobierno que ha puesto algunos límites al saqueo interminable del patrimonio de los argentinos.

Sin embargo, la embestida ha creado la posibilidad de que el antiperonismo gane las próximas elecciones, reorganizando sus grupos de presión y sus alianzas, aún con el único programa echar al actual gobierno.

Pero, desde el punto de vista de la oposición de derecha, crear un punto de conflicto en el Banco Central, ha sido un error que puede costarles muy caro, pues si el Gobierno asume el control real de su actividad, puede dar un giro espectacular a la economía, con repercusiones en toda la población, especialmente en la clase media, que hasta es capaz de olvidar los brotes ancestrales de odio hacia los gobiernos populares, si sienten que les llenan los bolsillos.

Pero eso sí, deben hacerles sentir que son las decisiones del gobierno y no el Espíritu Santo el que lo logra.

LO QUE TENEMOS QUE HACER AHORA.

El sábado 16 de enero una noticia de la agencia EFE, desde Washington, afirma que la enorme emisión de dinero en Estados Unidos no ha generado inflación (tienen 1,8 de inflación subyacente en todo 2009).

Este dato debemos cruzarlo con otros dos: Los Estados Unidos emitieron en ese mismo año el ¡340%! de su Producto Bruto Interno, y al mismo tiempo mantuvieron la tasa de interés de referencia en el 0,25% anual.

El gobierno, ahora a cargo del Banco Central debe emitir dinero para pasar del actual 16% de nuestro PBI, al 80%, o sea que por cada peso que hoy circula en la calle, deben circular 5 pesos.

Esta emisión (en un porcentaje más pequeño que la de cualquier país rico) implica volcar a nuestra economía, que hoy se mueve con 160.000 millones de pesos, una cantidad adicional de 640.000 millones de pesos, y bajar la enorme tasa de referencia actual del 10% (40 veces más cara que la de Estados Unidos y Europa).

También debe corregirse el precio del dólar, que se paga el doble de lo que vale[1], según nos explica el Banco Mundial en su Informe sobre Desarrollo Humano 2009.

Esta enorme cantidad de dinero debe volcarse, en forma exclusiva al circuito consumo-producción-inversión productiva.

En términos prácticos, deberán duplicar los sueldos de los empleados del Estado, de los educadores y de los trabajadores en Servicios Públicos, aumento puede hacerse cada trimestre, orientando estos recursos para que todos dispongan de su vivienda, instrumentos de trabajo, medios de transporte, etc.

Una ley debe fomentar el desarrollo de la industria argentina, obligando a todos los productos e insumos que se vuelquen al mercado a llevar la inscripción “Industria Argentina, seguida de un nº del 0 al 100, donde 100 quiere decir “100% argentina”, y a partir de aquí disminuir un porcentaje a definir por ley, similar a los “Puntos” de la ley de Tránsito, donde se defina que porcentaje de mano de obra, de insumos, de capital y de royalties pagan, cada uno de estos rubros rebaja el porcentaje de nacionalización.

El Estado puede fomentar esta política asignando contratos a empresas o préstamos de acuerdo a estos porcentajes.


La penalización del agio y la especulación debe ser severa, y con buenos sueldos y llamado a concurso se puede integrar un grupo de inspectores solventes, que pueden terminar en prisión por cualquier acto de corrupción.

El Estado debe destinar una porción muy importante de estos fondos para recuperar o poner en marcha industrias básicas y desarrollo energético, desarrollo de grandes obras públicas (desarrollo integral del río Bermejo, tratamiento de la cuenca del Salado, desarrollo productivo de los deltas, obras de regadío, etc.), mejoras sustanciales de la infraestructura (transportes, sanidad, medicina, educación, etc.), astilleros, desarrollo de medios de comunicación basados en tarifas planas por IP, viviendas, nuevos asentamientos urbano-rurales, desarrollo tecnológico, reformateo universitario, etc.

Para eliminar todo riesgo de inflación, debemos tomar una serie de medidas complementarias, tales como:

1. Impedir que la gente tome esta masa de dinero para comprar dólares, o cualquier otra divisa (oro, euros, yenes, etc).

2. Mantener la tasa de interés de referencia por debajo del 0,5% anual, para toda la producción nacional, las empresas extranjeras deben fondearse en sus países de origen o en aquellos que reciben sus beneficios.

3. Establecer el Federalismo Monetario, destinando la mitad de esta nueva emisión monetaria a ser administrada por los municipios y las provincias, estableciendo como órgano de planificación y control a Consejo Federal de Inversiones, conducido por todos y cada uno de los gobernadores, con la premisa de lograr que todas las regiones del país tengan progresivamente las mismas oportunidades de acceso a la una similar calidad de vida.

En cada localidad deberían crearse cooperativas de Crédito para PyMes, supervisadas por el Banco de la Nación, que debe ser el único banco en el cual se depositan estos fondos adicionales.

Este plan puede ponerse en marcha en forma inmediata, en un año y medio la situación económica de los argentinos cambiará dramáticamente, y el crecimiento de la economía no será una frase hecha demostrada con números abstractos en medios poco creíbles, se percibirá en todos los actos cotidianos.

Ante esta prosperidad contundente, no tendrán el menor resultado las operaciones mediáticas del establishment, aunque convendría que el gobierno instale una estructura de información al Pueblo más eficiente, donde cada logro sea correctamente explicado, con tanta contundencia como lo hacen las empresas con sus productos.

WM/

N&P: El Correo-e del autor es Walter Moore ecodemocracia@gmail.com
[1] Se usa como referencia el modelo de Paridad de Poder Adquisitivo (PPP por sus siglas en inglés)