sábado, 24 de julio de 2010

MACRIPHONE, La Pelicula


Había una vez un niño bien que se creyó Leonardo Di Caprio (por eso del rey del mundo), y como nació en cuna de oro papá le compró todos sus caprichos. Le enseño que en este mundo todo se compra y se vende. Un coche, una casa, un yogurt o un candidato político a algo. El niño, como todo aquel que se precia, fué a una universidad privada, de esas donde los molestos negros de mierda no van a joder y de paso eran todos de la UPAU y nadie iba a hacer política sino solo a "estudiar"...(será por eso que de política no entiende un pomo). Pasó de las tapas frivolas de las revistas "Gente como uno" y de las fiestas del jet set de Punta a la arena política comprandose la presidencia del club de sus amores. Pero al tiempo sintió que estaba para otras cosas y se lanzó a conquistar el sillón de la ciudad de sus amores. Ahora sintió que era su hora para conquistar el sillón de Rivadavia pero una piedra se le interpuso en su camino,... él mismo. Su soberbia, su aire de canchero sabe-lo-todas, su confianza ciega en su dinero y sus asesores de imagen y de estrategia de marketing político, la protección de los grandes medios comerciales hegemónicos, su desprecio a la inteligencia de las personas de la ciudad y del país, su desprecio a la ley, su sobreactuado papel de eterno candidato eficientista y de outsider político, su racismo, su fascismo pomoderno,su pasado menemista y su menemismo tardío, en fin su propia persona le jugó una mala pasada. El niño Macriphone acusa de todos sus males al malvado Dr. K, pero en su fuero mas íntimo y por mas que en público no lo reconozca, él sabe que su peor enemigo es él mismo.

1 comentario:

  1. ¡Cuánta literatura inspira este hijo de Macri!...
    Aquí otra modesta pieza inspirada en el furor del "microrrelato":
    http://haciablog-zaratustra.blogspot.com/2010/05/macrirrelato-aunque-juro-inocencia-no.html

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